Una historia de sabor, lucha y emprendimiento venezolano
Cuando Fernando y Joana Rodríguez llegaron a Madrid desde Venezuela, no imaginaban que un humilde bocadillo de queso cambiaría su destino. Empezaron vendiendo tequeños y quesos caseros en estaciones del metro. Hoy, tienen dos fábricas en funcionamiento y una marca reconocida: Antojos Araguaney.
Como ellos, miles de venezolanos encontraron en su gastronomía una forma de sobrevivir, emprender y triunfar. Uno de los productos que ha marcado esta revolución culinaria es el tequeño: palito de queso blanco envuelto en masa y frito, crujiente por fuera, fundido por dentro, capaz de conquistar paladares desde Caracas hasta Cataluña.

De tradición venezolana a tapa española
Originario de la ciudad de Los Teques, el tequeño pasó de ser un clásico en cumpleaños y celebraciones venezolanas a una nueva tapa en bares españoles. Su textura, su versatilidad y su sabor lo han vuelto irresistible también para el consumidor español, que lo ha incorporado como aperitivo, snack o incluso entrada gourmet.
Los hermanos Nelson y Horacio Hernández Llinas, fundadores de TequeTapas, lo entendieron desde el principio. Empezaron su negocio en Barcelona, vendiendo tequeños en ferias y eventos. Hoy, su empresa distribuye a restaurantes en toda España y exporta a Francia, Portugal e Italia.
¿Por qué el tequeño ha tenido tanto éxito?
- Sabor universal: el queso fundido es casi una garantía de éxito en cualquier cultura.
- Textura adictiva: crujiente por fuera, suave por dentro.
- Formato perfecto: se come con la mano, se sirve caliente, es ideal como tapa o en catering.
- Historia detrás del producto: cuando hay una narrativa de inmigración, esfuerzo y calidad, el cliente conecta.
El impacto de la inmigración venezolana en la cocina española
El caso del tequeño es un símbolo más del aporte que la diáspora venezolana ha hecho a la cultura gastronómica española. Como ocurrió antes con las arepas, las empanadas o la cachapa, los sabores venezolanos han encontrado un nuevo hogar en España.
Estos emprendedores no solo venden un producto, sino que han sabido:
✅ Detectar una oportunidad de negocio.
✅ Adaptarse al gusto local sin perder autenticidad.
✅ Profesionalizar su producción.
✅ Conquistar canales de distribución que antes parecían imposibles.
🍴 Del metro al menú de un restaurante
Hoy en día, es común ver tequeños en bodas, cócteles de empresa, bares de tapas o incluso en supermercados especializados. Lo que empezó como una necesidad de subsistir se ha convertido en una historia de éxito y orgullo para toda una comunidad.
Fernando, Joana, Nelson y Horacio no solo abrieron negocios: abrieron camino para que muchos otros inmigrantes creyeran en su talento y su cultura.
📢 ¿Tú también tienes una idea con sabor latino?
Si eres inmigrante y sueñas con emprender, recuerda: tu cultura no es una desventaja, es tu mayor valor diferencial. El éxito del tequeño en España demuestra que cuando hay pasión, esfuerzo y visión, hasta un simple bocadillo puede cambiarlo todo.